La final comenzó con mucha igualdad por ambas partes ganando ambos su primer saque con facilidadad. En el tercer juego ya entraba Andy en acción intentando buscar el break aunque sin aprovechar esa bola que tuvo. Sería en el séptimo juego donde Andy conseguiría una ventaja que sería definitiva en el set, aprovechando una de las dos oportunidades que tuvo en el juego de Raonic. En el octavo juego sufrió un poco más de lo deseado pero seguía sin conceder bolas de break y finalmente ganó ese primer set por 6-4 a la primera oportunidad que tuvo.
El segundo set comenzaba con otro punto de break para el escocés que no supo aprovechar y el canadiense se adelantaba en el marcador. Murray seguiría a lo suyo sin conceder oportunidades con su saque en el segundo set tampoco mientras el Raonic tuvo que salvar una en el séptimo y otras dos en el noveno juego. Finalmente salvadas las cuatro oportunidades en todo el set, éste se decidiría en el tie break. Aquí se veía como estaba de firme Andy y lo mucho que dudaba Milos con el servicio, dos mini breaks le sirvieron al jugador de Dunblane para llevarse el desempate por 7-3 y ponerse con un 2-0 a favor.
El tercer set empezaba igual, ambos ganando su saque aunque esta vez sin conceder puntos de break Raonic. Quien si los iba a conceder en este caso sería Murray y dos con un 15-40 pero que logró solventar para evitar que Milos se metiera en el partido de nuevo. Con ambos ganando sus saques con facilidad llegaría el segundo desempate. De nuevo en el tie break Andy se mostró sólido como en prácticamente todo el torneo y se puso 6-1 teniendo cinco bolas de partido. La primera la cedería con saque pero la segunda ya no y así se hizo con el partido por 6-4/7-6/7-6 en dos horas y cincuenta minutos de duración.
Andy vuelve a demostrar por qué es el número dos y que cuando Djokovic baje un poco el nivel él estará ahí al acecho para intentar ser el nuevo número uno del mundo.
Redactado por Rubén Lago (@r0lago)
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