El precioso Estadio Nacional Borís Paichadze de Tiflis acogía la final de las finales, el partido que decidiría al equipo más grande de Europa de toda la temporada, uno de los partidos más brillantes del año. El FC Barcelona, campeón de la Champions League 2014/15, y el Sevilla FC, campeón de la Europa League 2014/15, se enfrentaban en Georgia en uno de los mejores duelos posibles, un duelo que sin duda no defraudó.
El Fútbol Club Barcelona superó al Sevilla FC en uno de los mejores partidos que se recuerdan en la historia de la Supercopa de Europa. El conjunto catalán venció en la prórroga para llevarse el quinto título de Supercopa de Europa de su historia. El quinto título con un quinto gol, porque no fueron menos de cinco goles los que los azulgranas necesitaron para llevarse este enorme partido.
El Sevilla fue un dignísimo rival para el equipo campeón del triplete, que a pesar de que se quedó al inicio de la segunda mitad 4-1 por debajo en el marcador, hizo justicia a su himno y no se rindió y acabó el tiempo reglamentario empatando el partido siendo muy superior en la segunda mitad. Sin embargo, el Barça acabó imponiéndose en la prórroga por simple calidad individual.
Un inicio tan brusco como espectacular
El partidazo dio comienzo en Tiflis tras una fantástica presentación de los organizadores georgianos, pero por supuesto, el encuentro estuvo a la altura del espectáculo prometido, y lo hizo desde el inicio.
El Sevilla comenzó lanzado, quería ganar y estaba seguro de que podía hacerlo. En apenas dos minutos, Reyes se plantó en la frontal del área culé cayó derribado provocando una peligrosa falta sevillista. El argentino
Ever Banega, y su guante en el pie derecho, fueron los encargados de botar la falta, que disparada de manera magistral, dejó clavado a Ter Stegen y puso al conjunto andaluz por delante en menos de tres minutos de juego.
El otro argentino lo igualó y superó
Tras el gol sevillista, el Barça no se vino abajo ni mucho menos, y poco a poco se fue haciendo dominador del partido. Si el gol del Sevilla fue de un argentino de falta directa, otro argentino del Barça no quiso estar por debajo, y en menos de 5 minutos respondió con mucha claridad.
A los 7 minutos, Leo Messi se encontró una falta en la frontal sevillista perfecta para la zurda inmejorable del argentino que por supuesto, aprovechó para anotar con su primer disparo a portería. Leo colocó la pelota en la escuadra derecha de la portería de Beto, que a pesar de estirarse no pudo evitar que entrase esa perfecta pelota.
Solo tardó 9 minutos en repetir la hazaña, y si el primero fue bueno, el segundo pudo ser incluso mejor al tratarse de una falta en una posición más complicada. Otra falta en cerca del área, esta vez sobre Rakitic, fue aprovechada por el astro argentino para dejar de nuevo a Beto con la miel en los labios al volar sin éxito para evitar que entrase el balón por la misma posición en el 1-1, y en apenas 15 minutos de partido, el Barça se colocaba con calidad por delante.
Apisonadora Barça
Con el marcador a favor, el Barça encontró su mejor versión ante un herido, pero no de muerte, Sevilla. El conjunto de Luis Enrique flaqueaba en defensa, pero se hacía muy superior en la delantera, con un inmenso Luis Suárez y un todoterreno Rafinha que aparecía en cada jugada.
En el minuto 28 el Barça pudo aumentar su ventaja gracias a un gol de Luis Suárez que fue injustamente anulado. Mathieu puso un gran pase desde la banda izquierda que el uruguayo remató a placer para hacer el 3-1, sin embargo, el linier anuló el gol considerando que este estaba en fuera de juego. El gol debió subir al marcador ya que el rematador, Suárez, está por detrás del balón que pone el defensa francés antes de que este lo centre, por lo que no existía fuera de juego en esa jugada.
A pesar del gol anulado, seguían llegando ocasiones para el FC Barcelona, con remates de Dani Alves y de Rakitic que no encontraban portería, mientras que el Sevilla, agotado, iba viniéndose abajo en el partido. Antes del descanso, el Barça aumentó su ventaja, esta vez sin ser anulado, puso el 3-1 en el marcador.
Rafinha remató un gran balón de Suárez, que previamente había fallado un claro mano a mano con el portero Beto. El portugués pudo con el delantero centro pero no pudo parar el remate a placer del hispano-brasileño que marcó un gol merecido por su excelente encuentro realizado.
Por algo “dicen que nunca se rinde”
El Sevila de Unai Emery se fue al descanso por debajo en el marcador, y poco después de comenzar la segunda mitad, recibió un nuevo jarro de agua fría con el cuarto del Barça que parecía casi definitivo. Luis Suárez, esta vez sin ser anulado, aprovechó un error de la defensa para batir a Beto y hacer el 4-1.
A pesar del muy adverso marcador, el Sevilla no se rindió, y con poco que perder y muchísimo que ganar, lo dio todo en ataque para dominar el partido e intentar lograr la victoria. Solo cuatro minutos después, Reyes recortaría distancias rematando un gran balón de Vitolo desde la banda, superando a una defensa culé cada vez más mermada.
Minuto a minuto, el conjunto hispalense iba haciéndose máximo dominador del encuentro, y con el mismo guión que en la primera parte pero al revés, el Sevilla fue monologuista del partido. El Barça fue de más a menos, y aunque rozó el 5º gol con grandes ocasiones de Rakitic y Rafinha, acabó dejándose dominar al completo por los andaluces.
El Sevilla redujo aún más la ventaja en el minuto 71 de partido aunque tuvo que hacerlo de penalti. El árbitro escocés señaló penalti en una confusa jugada en la que Mathieu y Vitolo se repartieron agarrones dentro del área cuando el canario se disponía a rematar. El francés Gameiro no se la jugó y apostó por su lado bueno, anotando el penalti poniendo el 4-3.
Un final de infarto
Con el 4-3 el Sevilla terminó de creérselo y no dejó de luchar hasta el final buscando el empate que le diese la opción a jugar la prórroga. El Barça por su parte iba viendo como el partido que tenía prácticamente ganado, iba poniéndose cada vez más difícil, y es que tal vez el campeón de Europa se confió demasiado y comenzó a pensar en el Athletic de Bilbao, sin recordar que tenía delante al segundo mejor equipo de Europa.
Konoplyanka, que recién había entrado en el partido, fue el autor del épico 4-4 que terminó forzando la prórroga. Immobile superó con facilidad a Bartra, tan blando como el resto de la defensa y el italiano puso un perfecto balón al ucraniano que puso el tanto del empate.
Fue entonces cuando el Barça intentó reaccionar, cuando ya tenía la victoria en el tiempo reglamentario prácticamente perdida, y aunque intentó dominar el partido en los últimos compases, hubo ocasiones para ambos lados, que no llegaron a certificarse.
Antes del final de los 90 minutos reglamentarios, el argentino Leo Messi tuvo una ocasión en la que pudo hacer el hat-trick, ni más ni menos que de libre directo, ya que, tras anotar así los dos primeros tantos, dispuso en el minuto 89 de una falta aún más lejana que rozó el palo de la portería de Beto. Con el impresionante empate a cuatro goles acabaron los 90 minutos, dando el inicio de una prórroga igualmente de infarto.
Un héroe llamado Pedro y el reflejo de 2009
El tiempo iba pasando en la prórroga y esta se iba convirtiendo en un momento de poco riesgo, en el que ninguno de los dos equipos quería cometer errores aunque para ello debiese renunciar a llevar la iniciativa del encuentro y buscar el quinto gol.
Llegó el minuto 115, y de nuevo Leo Messi dispuso de una favorable falta en la que pudo anotar el gol de la victoria. A diferencia de la falta del minuto 89, que se le fue alta por muy poco, optó por buscar un disparo más bajo que acabó chocando con la barrera, aunque fuese en el brazo del danés Krohn-Dehli.
Tras ser rechazado, el balón volvió a caerle a Messi, que de nuevo remató con el alma con su zurda para meter el balón en el área. Beto paró con dificultad el disparo potentísimo de Leo, pero no pudo evitar que la pelota se le escapara. Entonces apareció un héroe canario, que a una increíble velocidad cazó la pelota y la colocó en el interior de la red de la portería sevillista.
Pedro, que no fue titular por, según algunos periodistas declarar que quería abandonar el equipo, dejó claro que si abandona el Barça, lo haría como el gran jugador que es, fue quien el destino quiso que marcara el gol de la victoria y coronase al Barça supercampeón de Europa, decidiendo este histórico partido.
Enfrente estuvo el reflejo de la Supercopa de Europa de 2009, en la que el Barça venció al Shakhtar ucraniano con un gol de Pedro en el minuto 115, tras todo el encuentro con el marcador empate a cero. El canario volvió a ser el héroe del Barça, y en el mismo minuto que en aquella ocasión, seis años después, el héreo volvió a ser Pedro.
Dignísimo Sevilla y perfecto Barcelona
El Sevilla volvió a caer en la final de la Supercopa de Europa tras caer ante el campeón de la Champions, como ya hizo en el verano pasado. Sin embargo, en esta ocasión, el equipo andaluz dio la mejor imagen posible, demostrando que si acabó perdiendo, fue de la mejor manera.
Cuatro goles a un poderoso Barça que fue imparable en la pasada temporada, un Barça campeón al que los andaluces pusieron contra las cuerdas y estuvieron muy cerca de arrebatar el título de supercampeón de Europa, sin embargo, tuvieron que “conformarse” con ser el segundo mejor equipo de Europa.
El FC Barcelona por su parte sigue camino a su segundo sextete de su historia. Tras un nuevo épico triplete Copa-Liga-Champions, el Barça logró el póker perfecto ganando cuatro títulos de cuatro posibles.
Los de Luis Enrique piensan ya en la Supercopa de España que comenzará esta misma semana, con la ida en San Mamés del sábado 14 de agosto. Ahí seguirá el épico camino al segundo inmejorable sextete, que finalizaría en diciembre con el Mundialito de Clubes.
Al final, ambos equipos se quedan con un partido para la historia. Un resultado mágico y dos equipos indomables merecedores del título, pero por desgracia solo uno de los dos pudo llevarse la corona. Si nos dijeron que la final de Champions de 2014 fue la cumbre de la historia del fútbol español, nos mintieron, porque sin duda alguna nos encontramos ante la mejor final de la historia protagonizada, ni más ni menos, que por dos equipos españoles. Sin duda alguna, dos supercampeones.
Carlos Barba. @cBarba10
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