viernes, 27 de mayo de 2016

Huesca 1-1 Zaragoza: Punto y aparte

Reparto de puntos en el Alcoraz. El Zaragoza jugó 45 minutos con un hombre más por la expulsión de Machís, pero no supo aprovechar la situación. Dongou y Samu Sáiz fueron los goleadores.


Zaragoza y Huesca se preparaban para vivir el derbi aragonés con panoramas bien distintos. Los de Carreras, con la obligación de ganar para volver a los puestos de play off, y los de Anquela, a por la victoria para asegurar la permanencia.

La primera parte destacó por la presión alta e intensa a los jugadores visitantes, que perdían balón tras balón. Eso sí, el Zaragoza salió claramente a dominar el partido y, en una rápida llegada, Dongou, quien volvió a sentar a Ángel, estuvo a punto de adelantar a los maños. El delantero camerunés sería de lo mejor del cuadro zaragocista.

El partido comenzó a soltarse, más por las imprecisiones de ambos conjuntos, creadas por los nervios, que por el juego. Luis Hernández, el hombre más peligroso de los oscenses en la primera mitad, replicó con un gran lanzamiento que se marchó fuera por poco.

Llegó el minuto 25 y tras un disparo que da en la mano de Diamanka -el arbitró la consideró involuntaria- Manu Herrera armó la contra con un gran saque; Pedro, en la única acción positiva que realizó en el primer tiempo, filtró un pase magnífico para que Dongou definiese con mucha confianza en el mano a mano. Era el 0-1 para el Real Zaragoza.

A partir del gol, siguieron las imprecisiones por parte de ambos conjuntos. Fallo tras fallo, Darwin Machís vio su primera amarilla. Error tras error, Lanzarote, muy activo en la primera mitad, provocó la segunda amarilla para Machís. Era el minuto 45 y el Huesca se quedaba con diez. Todo de cara para el Zaragoza.

Pero nadie esperaba la vergonzosa -y preocupante- actuación de los de Carreras en el segundo tiempo. El Huesca se comió a los blanquillos con la posesión de balón, mientras que estos últimos se echaron, de manera descarada, hacia su propio arco. Ver para creer. Parecía que el Zaragoza fuese quien tenía un hombre menos.

Esta paupérrima imagen se agravó con la entrada de Samu Sáiz, quien en su primera jugada individual, cuando el Huesca estaba con 9 hombres sobre el campo, se marchó de dos jugadores y mandó un zapatazo directo a portería. Golazo de Samu. 1-1. Se consumó el peor augurio.

Parece que el Zaragoza necesita siempre un estímulo negativo para que se den cuenta de la situación. Tras el gol, adelantaron unos metros sus líneas, aunque no generaban ningún peligro. Se veía un cansancio mental preocupante.

Mención especial para Jaime, quien volvía tras 8 meses de lesión y fue el mejor de los maños en la segunda mitad. Le puso ganas, descaro y fue de los pocos que intentaron revertir la situación. Al final, no pudo hacerlo y el encuentro finalizó con el 1-1.

Un punto que sirve el Huesca para asegurarse la salvación y al Zaragoza para volver a meterse en play off. Con los oscenses con el objetivo cumplido, es al Zaragoza al que le sabe a muy poco este punto, y más viendo que ha jugado toda la segunda mitad con un hombre más. No supo aprovechar esa superioridad numérica.

Deberán seguir luchando para ser un equipo que se mantenga en la zona de promoción, aunque, sumando tres jornadas consecutivas sin ganar, todo puede pasar. Se han aferrado a una mala racha en el peor momento posible. Hay que levantar esto, y eso se hará ganando al Oviedo.


Redactado por Ricardo Nuez (@RicardoNuez96)

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