Poco a poco, paso a paso, partido a partido. Este poco fue demasiado, este paso fue de gigante, este partido fue un partidazo, el Leicester logró del King Power Stadium una victoria tremenda y para noticia de todos, no sufrida. El estadio, acostumbrado a ver a su equipo ganar por la mínima, pudo gozar de una goleada de escándalo, en la que se demostró que el Leicester quiere la liga.
Pasó por encima del Swansea a base de actitud, de mucho trabajo, y de un acertadísimo Ulloa, que hizo olvidar a los foxes quién era realmente su delantero titular. El partido arrancaba con el gol del mago, Mahrez abría la lata tras un ejercicio de presión, que demostraba a Inglaterra quien desea con más ganas el título.
A continuación, llegaría la hora Ulloa, el delantero argentino anotaría dos tantos, el primero a la salida de un córner, y el segundo tras una jugada espectacular de Schlupp, una cabalgada que demuestra nuevamente la sangre con la que salen a jugar los de Ranieri cada encuentro, no hay más motivación que la de vencer a los colosos cuando esta temporada haya tocado su fin.
El último en aparecer, sería Albrighton, tras otra cabalgada esta vez de Gray, y mucho más espectacular que la de su compañero anterior, sin duda la entrega de este equipo en cada encuentro es digna de elogio. Nadie puede parar al Leicester de Ranieri, ni el mismo comité, pues si no está Vardy, aparece Ulloa, ya no juegan jugadores, juegan la afición y un escudo, que saben que tienen el sueño al alcance de su mano.
5 puntos son los que separan a los foxes del título final, teniendo que jugar contra grandes equipos como Manchester o Chelsea, todo esto suponiendo que los Spurs de Pochettino hagan un inmaculado final de temporada. Esto es la Premier y nunca se sabe lo que puede ocurrir, pero Ranieri cada día está más cerca de lograrlo. Bendita hazaña.
Redactado por Miguel Castells (@CastellsMiguel)
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