No se recuerda una situación similar en los aledaños del Coliseum Alfonso Pérez. El Getafe ha estado en peligro de descenso en numerosas campañas, pero en ninguna ocasión el pronóstico era peor que hoy en día. Los azulones, colistas de primera, recibían a un Real Madrid motivado tras la remontada de la eliminatoria contra el Wolfsburgo y que todavía tiene esperanzas puestas en la Liga.
El cuadro local arrancó bien, la defensa sufría para parar las embestidas blancas, que eran constantes, pero el Getafe se sacudía el incesante dominio visitante de vez en cuando con chances que inquietaban la portería de Keylor. Cristiano avisó a los locales con un disparo a la madera en el minuto 16. El Coliseum veía como su equipo se iba haciendo cada vez más pequeño, más indefenso. Como dirían algunos, el empate se mantuvo hasta que se abrió la lata, una lata por cierto que no dejó de chorrear en todo el partido, ya que el Madrid haría 4 tantos más.
El primero llegó en el minuto 29 obra de Benzemá a pase de James, que aprovechó una autopista sin peaje por banda izquierda. El primero fue irónicamente la puntilla para el Getafe, el cuadro azulón navegaba sin rumbo en las bravas aguas madridistas. Contra el Madrid, la pasividad se paga cara, y Isco hizo el segundo en el 40, culminando una pared que pasó sin filtros por la defensa del Getafe.
El desastre en el juego local era evidente, y el Madrid lo corroboró en el 50 tras un gol de libro de Bale que aprovecha un pase bombeado que superó con creces a la lenta defensa local. Se olían muchas cosas en el Coliseum, una tremenda goleada y un aroma a segunda cada vez más palpable. Afortunadamente para los locales, Zidane dio minutos a los menos habituales, a los que el Getafe plantó cara. EL premio al aguante local llegó en el 83, cuando Sarabia limpió las telarañas de la portería de Keylor con un zurdazo desde la frontal.
El Getafe maquillaba el resultado, y eso aliviaba algo la grave enfermedad que está sufriendo el cuadro del sur de Madrid. Pero por si eran pocos, parió la abuela, y James hizo a placer el 4 gol del Madrid, que disfrutaba con los fallos imperdonables de la defensa de pandereta del Getafe. EL Madrid quería la manita, y Cristiano quería su gol, que consiguió en el minuto 90, tras un pase de Jesé que regaló el gol al portugués.
Pitos y más pitos en el Coliseum. Ya van 13 jornadas sin ganar, y parece ser que Esnáider tampoco tiene el antídoto que sane al Getafe. Quién funciona pero bien es el Mdrid, que afronta el último tramo de la temporada con muy buenas sensaciones.
Redactado por David (@chiky_DMG18).
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