Comienza a teñirse de honores el Stamford Bridge, primer partido sin Mourinho y primer redoble de ilusiones para los apasionados soñadores londinenses. Aún así, la grada sonó a melancolía, y, cuando mejor estaba el equipo, retumbó el dichoso cántico a 'The Special One', añoranza que sin duda acompañará durante un tiempo a los regocijados sufridores del color 'blue'.
Todo lo contrario de lo que despedían las feroces bocas del público fue lo que se sucedió sobre el césped, dos teatros que corrieron diferente curso. El Chelsea se hizo dueño de su destino, se apoderó del balón y desenvolvió sus joyas con osadía. Fue día de autocrítica, sin revolucionar su estilo, el conjunto local tiró de plantilla y se apoderaron del duelo los nombres personales, el detalle de un Chelsea que farda de tener más pincel que tinta. El pobre día del Sunderland fue el regalo navideño de su rival, que disfrutará las fiestas tras pasar la primera prueba de consciencia.
Lo mejor del Chelsea, lo peor del Sunderland
Ivanovic, Pedro y Oscar cursaron los vientos del velero 'blue', empujaron el barco a mareas tranquilas y castigaron la encrucijada de los de Allardyce, a quienes no correspondió ningún premio en la tómbola de las suertes. En 13 minutos ya estaba visto para sentencia el partido, los dos primeros funcionaron de ejecutores. Olía a dulce miel el asunto, y a Pantilimon le tocó tirar de sangre más de una vez.
Mientras los nostálgicos de Londres coreaban a su ex-entrenador, a los Diego Costa, Fabregas y Hazard se les apedreaba, bajo la presencia de Hiddink en el palco. Oscar culminó de penalti el electrónico y las pobres ilusiones de los 'Black Cats' se plasmaron tres minutos más tardes en lo único que estuvo en su mano para cambiar el marcador, un inútil tanto de Borini que ni de consuelo vale al penúltimo de la tabla, ola de inquietudes para un equipo en decadencia.
Y así terminaba el cuento, la fábula de las reacciones, mejor era no arriesgarse a que la fiebre Mourinho continuase causando estragos en este Chelsea, a cuatro puntos de la 'no promoción'.
Redactado por Alberto García (@Albertitogmlc)
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