Ambas selecciones se disputaban el pase a octavos. El empate valía a los argelinos. Tras ir un gol por detrás en el marcador, Argelia consiguió igualar el resultado que le da el pase a octavos por primera vez en su historia mundialista.
La celebración y alegría de Argelia. |
Partido dramático
El partido que se disputaba en el estadio Arena Pernambuco no puede recibir un adjetivo más preciso. Rusia y Argelia se jugaban el pase a octavos del presente Mundial de Brasil 2014. Si ganaban los europeos, a octavos, y si ganaban los africanos, a octavos, aunque estos contaban con la ventaja de que el empate también les era válido (a no ser que Corea del Sur goleara a Bélgica). El todo o la nada daba un toque de gran interés al partido.
Por parte de los argelinos, Halilhodzic contaba con todos los hombres de arriba que ya se han estrenado como goleadores: Fegohuli, Brahimi, Djabou y Slimani. El único cambio digno de mención era la suplencia del capitán argelino Bougherra. Por parte de los rusos, Capello no contaba de nuevo en el once con talentosos (aunque intermitentes) centrocampistas rusos como Dzagoev o Denisov. Kokorin partía como punta de lanza.
Rompedora
La selección rusa comenzó pronto a dar guerra a los argelinos, que se caracterizan por la rocosidad de su defensa y su colocación. Sin embargo, poco pudo intervenir dicha defensa en el primer tanto ruso en el minuto 6 de partido. La jugada pilló descolocada a Argelia, que jugaba con uno menos (Feghouli se ausentaba para que se le vendara una brecha en la cabeza). Kombarov desde la izquierda puso un gran centro que Kokorin, con un espléndido testarazo, mandaba a la red para hacer el 0-1.
El cabezazo del 0-1. |
Argelia sabía que debía reaccionar, y además la selección rusa comenzaba a desplegar más fútbol. Daba la sensación de que los atacantes rusos eran capaces de superar la defensa rival con suma frecuencia. Esto mismo se atribuyó más tarde al ataque argelino, que rompía en velocidad con hombres como Brahimi o Feghouli. Las ocasiones más claras fueron a balón parado y mediante remates de Slimani. Concretamente dos, una anulada por fuera de juego y sacada con una gran parada de Akinfeev, y otra de nuevo finalizada en manos del meta ruso. Argelia conseguía despertar, pero aún no era capaz de igualar el 0-1.
El drama de Akinfeev
La segunda parte fue parecida a la primera, con pocas ocasiones y juego irregular, pero más tarde el fútbol depararía una sorpresa, grata para Argelia y triste para Rusia. Samedov tuvo al principio una oportunidad para poner el 0-2. Tras la ocasión fallada, empezó a brotar la filosofía propia de Capello en el combinado ruso. Guardar el resultado era la prioridad. El plan del seleccionador italiano se fue al traste tras el empate de Argelia. En una falta muy escorada, casi un córner, Brahimi puso un balón colgado al área que Slimani remató para hacer el 1-1 tras un fallo en la salida de Akinfeev. El meta ruso, considerado uno de los porteros más codiciados de Europa volvió a cometer un gran fallo que esta vez costó la eliminación de su país del Mundial.
El fallo de Akinfeev. |
Con el empate que les era válido para pasar, los argelinos defendieron el resultado. Rusia contó con alguna que otra ocasión que fue solventada con acierto por parte de la defensa argelina y el portero M'Bohli. Tras el empate Rusia queda eliminada y Capello, su seleccionador, rajó de los árbitros al final del partido. Su condición de seleccionador queda tocada tras este "desastre". Solo les queda pensar en el siguiente Mundial, Rusia 2018.
Informa: Dani Ramos Barragán.
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