Los terceros cuartos sería el mas seductor de todos, una Alemania que venía de vencer por 3-0 a Eslovaquia e Italia, que dejó fuera a una de las favoritas, España, por un resultado de 2 goles a 0.
Alineaciones:
Alemania: Neuer; Hummels, Boateng, Howedes; Hector, Khedira, Kroos, Kimmich, Ozil; Muller, Mario Gomez.
Italia: Buffon; Barzagli, Bonucci, Chiellini; Florenzi, Sturaro, Parolo, De Sciglio, Giaccherini; Eder, Pellé.
El partido comenzó con una Italia muy atrevida, sin miedo a los alemanes. Pero los alemanes no querían dejar que los italianos entraran en ritmo y Alemania empezaba a tocar la pelota y tener la posesión. Löw tuvo que superar un contratiempo tempranero, Khedira tuvo que ser sustituido e introdujo a Schwensteiger. El partido estaba siendo a nivel futbolístico poco divertido, pero a nivel táctico, muy bien planteadas las dos selecciones sin cometer errores. Alemania dominaba y no había oportunidades para abrir la lata en ningún área. Al borde del descanso, Italia tendría varias ocasiones para poner el 0-1, pero la zaga bávara estaría precisa.
El segundo tiempo sería distinto, Alemania empezó fuerte y Florenzi sacó bajo palos lo que pudo ser el 1-0 para Alemania. Y llegó el gol, en un centro por el costado que remató Mesut Özil para poner a su selección por delante. Alemania era otra, dominaba e Italia estaba a remolque. Otra lesión de los alemanes, esta vez fue Gomez, que se retiró y en su lugar entró Julian Draxler. Pero Italia no necesitó mucho, una oportunidad para Graziano Pellé, en una internada de Giaccherini que se fue de Kimmich puso el balón raso para Pellé, que disparó mal. Italia vio el cielo abierto cuando Boateng en una prolongación de Chiellini abrió los brazos y el colegiado señaló penalti para los italianos, que iba a convertir en el empate Bonucci. Con el gol, a Alemania le faltaban las fuerzas e Italia se vino arriba, dos oportunidades claras para los de Conte, que no conseguían certificar el pase a semis. Así se iba a acabar el partido y empezaría la prórroga.
La primera parte de la prórroga fue muy aburrida, con disparos desde fuera del área, pero sin peligro alguno. En la segunda, Alemania tomó las riendas, pero solo Draxler estuvo más cerca de meter y aniquilar a Italia, cosa que no sucedió y el partido entraría en la lotería de los penaltis.
Y tras 18 penaltis, Alemania consiguió su pase a las semifinales en una tanda que empezó fatal, pero después cumplieron todos hasta que, Matteo Darmian, falló el penalti que dejaba a Hector con la ocasión de meter a su país en semis, y así fue, lo transformó y Alemania esperará rival del Francia-Islandia.
Por Juan Carlos Bernal (@juankiibeernal)
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