Los locales comenzaban dominando el encuentro, Llorente y Juan Muñoz desaprovecharon varias ocasiones de poner al Sevilla por delante en el marcador, la más clara, una del riojano que saca Ricardo Costa bajo palos. Y tanto perdonar tiene sus consecuencias, en el 45´de la primera mitad, Issac Cuenca tiraba de casta para sorprender a la zaga sevillista y poner el primer tanto de los nazaríes.
Ya en la segunda parte, Emery daba entrada a dos canteranos más; Carlos Fernández y Diego González. De tal forma que fue Diego, el central, el que encajó el tanto sevillista nada más entrar. Pero la alegría no duraría demasiado, Babin batía a Beto para colocar el 2-1. Tiempo después, con un Granada conformista y un Sevilla negado, El Arabi de penalti e Isaac Cuenca de nuevo, cerrarían la goleada granadina.
Por una parte, la inmensa alegría al verse recompensado el trabajo de toda una temporada, enhorabuena Granada. Y por otra, el trabajo que aún queda por hacer para cerrar otra temporada histórica, próxima parada Basilea.
El guardameta portugués Beto se despidió entre lágrimas de la afición sevillista, portando el brazalete de capitán, y ovacionado por el Ramón Sánchez-Pizjuán.
Redactado por: Josema Puntas (@JosemaSVQ)
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