Sábado 28 de mayo de 2016. 20:45 de la noche. Real Madrid-Atlético de Madrid. Final de la Champions League. ¿Realmente es necesario añadir calificativos a esto?
Pocos adjetivos de nuestro vocabulario pueden describir lo que viviremos en pocas horas en San Siro, una final soñada por todos los jugadores del mundo, pero que solo unos pocos son capaces de alcanzar. Ambos equipos buscarán levantar la orejona, que sería la undécima para las vitrinas madridistas, y la primera para las rojiblancas.
Derbi con un precedente recordado por todo el mundo, Lisboa, hace dos años. Ese día salieron los merengues victoriosos del choque tras el famoso gol de Sergio Ramos en el 93, pero todo indica a que este año va a ser diferente. El Real Madrid mantiene gran parte de su bloque, excepto la portería, donde Keylor suplirá a Iker Casillas, y la medular, donde Kross y Casemiro dejarán de lado a Khedira o Xabi Alonso. El resto se mantiene, mismo bloque, ideas similares y mismas ganas.
El Atlético es un equipo completamente diferente al de dos años antes, tan solo cinco jugadores del equipo titular estaban aquel año en el once. Godín, Gabi, Juanfran, Filipe (con un descanso en Londres) y Koke. Miranda deja su sitio a Savic, Arda y Raúl García dieron paso a Carrasco y a la inclusión en el primer equipo de Saúl. Tiago se mantiene, pero su lesión provocó la llegada de Augusto Fernández. Arriba, Griezmann y Torres han hecho olvidar a Diego Costa y al "guaje" Villa con sus goles.
El Real Madrid llega a la final pletórico de moral a pesar de no haber conseguido ganar la liga. La llegada al banquillo de Zidane ha hecho recobrar de energía y motivación al equipo, que ha experimentado un cambio brutal desde que Zizou se encarga de dirigir al conjunto blanco.
Sin bajas aparentes, y un objetivo claro, la undécima.
Si no hay sorpresas, Keylor partirá en la portería, con Carvajal y Marcelo en los laterales, y Ramos y Pepe en el centro de la zaga.
Kross y Modric en la medular, escoltados por el todoterreno Casemiro parecen fijos en el esquema de Zidane. Arriba, la BBC, Benzema, Gareth Bale y Cristiano Ronaldo.
El peso del partido caerá en el conjunto merengue, que a priori parte con la presión de ganar. No levantar ningún título sería un fracaso para la institución, y el galardón de campeones de Europa es el principal objetivo del equipo.
El conjunto del Cholo Simeone llega de forma heroica a otra final de Champions. Tras eliminar a dos de los pesos pesados de la competición, Barcelona y Bayern Munich, quiere evitar a toda costa pensar en lo ocurrido hace dos años en Lisboa. Un nuevo Atlético, con nuevos jugadores, y nuevas armas, pero con una base y unos cimientos muy marcados y claros.
Solamente Tiago llega tras lesión, y no parece que vaya a ser titular hoy, pero el argentino Augusto Fernández ha cumplido hasta ahora con creces el difícil papel de sustituir al portugués, y es fijo en la medular colchonera.
El once parece claro; Oblak bajo maderas, con Godín y Savic en el centro de la defensa. Juanfran y Filipe en los laterales, con Gabi y Augusto en el medio, y Koke y Saúl completando la linea de cuatro de la medular. El "niño Torres y Griezmann arriba son fijos.
Líneas muy juntas, presión alta y mucha, mucha intensidad. El Atlético tiene una oportunidad para hacer historia, y redimirse de la final de hace dos años, y no quiere desaprovecharla.
La casta, el honor y la historia, contra la garra, el espíritu y la unión. Zinedine Zidane contra el Cholo Simeone. Merengues contra colchoneros.
Otra final, 90 para cambiar la historia del fútbol. Sentémonos y disfrutemos del partido. Brindemos por esta oportunidad que nos brinda el deporte rey de disfrutar de estos partidos.
Suerte a los dos equipos, y que gane el mejor.
Redactado por Daniel Santos (@santinos_atm).
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