El Liverpool y el Chelsea empataron a uno el pasado miércoles en Anfield. Ambos equipos no aspiran a nada este año en la Premier League, por lo que este final de temporada es para coger moral para la siguiente, alegrar a los aficionados y por parte de los reds prepararse para la final. Tanto locales como visitantes demostraron su fútbol, un estilo que seguramente sigan el año que viene, el que nos imaginábamos; el de un Liverpool dominador, con muchas ocasiones y un fútbol dinámico; y el de un Chelsea a la contra pero sin el autobús puesto, tirando de un centro del campo sólido, y unas bandas que aterran.
El Liverpool comenzó muy fuerte el encuentro sin dejar ocasiones a los blues, sin embargo no lograban atravesar la portería de Begovic, por lo cual, como lleva mostrando el equipo londinense durante mucho tiempo, si perdonas, ellos no van a hacer lo mismo, por lo cual confiaron en un resurgido Hazard para adelantar a los capitalinos y poner en apuros a los locales.
Conocemos a Klopp más que a nadie en esta liga, sobre todo sabemos que no le gusta perder, así que la charla del vestuario no tuvo que ser agradable para los de Anfield. Comenzó la segunda parte del partido con un Chelsea que no buscaba cambiar lo que llevaba haciendo y con un Liverpool que seguía confiando en su juego para lograr al menos el punto del honor. Pasaban los minutos y las ocasiones, el Liverpool encima de los blues y estos defendiéndose a la invasión, pero, this is Anfield, así que nunca se van a rendir, y el menos esperado por la temporada que lleva no dejó de creer, Christian Benteke empataba el marcador en el 91 de partido y lograba que el Chelsea no lograra lo que defendió.
Terminaba el partido y se nos mostraba la víspera del año que viene, dos equipos muy efectivos que pelearán por todo, pero con dos estilos completamente diferentes.
Redactado por Juan Gil de Peralta (@juan_gil_13)
SOMOS SPUN
No hay comentarios:
Publicar un comentario