Los de Simeone se están tomando en serio esto de la Cuaresma, el error está en confundir los pecados con los goles. Así pues, desde el Miércoles de Ceniza (10 de febrero) el Atlético solo ha marcado un gol en tres partidos. Ni siquiera el mismísimo Griezmann es capaz de encaminar el espiritu de este Atleti.
No fue un partido a destacar por su buen juego, la temática tuvo un color bastante gris, a pesar de que no estuvo plenamente invadido por el tedio. Las bienaventuranzas de ambos equipos sirvieron de poco en un enfrentamiento que terminó como empezó. Habrá que ver quien de los dos lleva la batuta en el partido de vuelta.
El Atlético comenzó mejor, las ocasiones no eran malas pero en la definición pecaban los del Cholo. No estaban finos a la hora de finalizar jugada y con el tiempo el duelo se fue amansando para equilibrar los tornos. Dos equipos que compitieron a intensidad reducida y aguantaron atrás en ocasiones, ya que el principal objetivo era mantenerse y no correr riesgos que pudieran desencadenar el caos.
Ocasiones de sobra
Por parte del Atlético, Griezmann protagonizó una galopada en campo rival que finiquitaría mal, a causa de un intento de vaselina que no fue capaz de superar al cancervero. Minutos después llego la del PSV, esta vez el Atlético puso a prueba el clásico plan Oblak -Tú pegas, el esloveno para-. Una espectacular internada de los holandeses en el área colchonera que acabaría bloqueando la pantera, el rechace se encargó de salvarlo la defensa.
Ni en mayoría numérica
A todo esto, la temática siguió teñida del mismo tono en la segunda mitad. Poca osadía tenia la batalla y las fieras se quedaron con hambre. Eso sí, la intesidad aumentó; pero sería en forma de ataques físicos, que terminarían desembocando en la expulsión de Gastón Pereiro (PSV) al ver la segunda amarilla. Y parecía que se inclinaba la balanza al lado atlético pero no había manera de desatascar lo que demasiado atascado estaba. Ni sacando a Torres pudieron los madrileños rascar algo.
El Atleti cuenta sus partidos por resultados mínimos. Si bien es así, aunque no encajan goles, también marcan pocos. La clave de este equipo es su eficiencia, la cual está perdiendo. Con una auténtica armada ofensiva en la que se encuentran los Vietto, Torres, Griezmann o Correa; este equipo carece de efectividad y se le están escapando puntos y competiciones. El siguiente rival es el compañero de la capital, que tampoco anda muy acertado.
Redactado por Alberto García Martínez (@Albertitogmlc)


No hay comentarios:
Publicar un comentario