El Liverpool se adelantó hasta en dos ocasiones pero los “gunner”, con un gran Giroud, consiguieron darle la vuelta al marcador. El Arsenal lo tenía casi todo hecho pero apareció la magia de Anfield y Allen para frenar al líder de la Premier.
Era el típico partido que hace que ganes ligas, pero no fue así. Los de Wenger casi salieron victoriosos de un campo muy difícil y sufrieron para conseguir el punto. Gracias al doblete de Giroud, la regularidad de Özil y con una banda derecha incansable compuesta por Bellerín y Campbell, consiguieron salir “reforzados”.
Desde que pitó el árbitro, se vio que iba a ser un partido emocionante y con mucha tensión.
Firmino demostró su gran potencial con un doblete. A los diez minutos el brasileño adelantó a su equipo gracias a un rechace. El Liverpool mantuvo la posesión por encima en los primeros compases del partido.
Solamente cuatro minutos después, los del norte de Londres consiguieron el empate. Campbell se encontró un balón divido y dio una gran asistencia para que Ramsey contestara al gol del Liverpool.
El plan de Klopp tenía un nombre, Firmino. Se inventó un gran golpeo con una “vaselina” superando a Cech. Esta vez la respuesta por parte del Arsenal tardó seis minutos. Un error de la defensa del Liverpool tras un balón parado permitió anotar su primer gol tras aparecer en el primer palo metiendo la puntera de la bota. Posesión del Liverpool pero el que creaba ocasiones era el Arsenal. Se pudo ir con un 2-3 pero Giroud falló a puerta vacia.
El francés ha demostrado ser un delantero de garantías con un gran gol. Un recorte con control orientado fusilando a la media vuelta y el estadio se quedó callado.
Anfield sacó su magia a pasear. El Arsenal se encerró atrás y el Liverpool andaba buscando el empate. Fue entonces cuando en el 90’ llegó el gol de Allen. Una volea con sabor a oro.
Queda demostrado que la Premier no es una liga difícil, a los “gunner” les queda un camino muy difícil.
Redactado por José Tomás Zamora (@joseto_zamora)
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