Este sábado, en Ipurua, se ven las caras dos equipos con filosofías diferentes, pero que están funcionando en este inicio de campaña. En el bando local, un Eibar físico, intenso, solidario y construido desde atrás. En el visitante, un Celta vistoso, vertical, eléctrico y que no especula con el balón en los pies. Un choque de estilos que promete ser vibrante.
El cuadro gallego aterriza en la sexta jornada con una euforia desatada tras arrollar al Barcelona en Balaídos. El 4-1 cosechado ante los culés ha despertado todo tipo de elogios sobre Nolito, Iago Aspas y compañía. Berizzo, consciente de que el equipo va sobre ruedas, apenas planea cambios en el once inicial. Pese a ello, el técnico del Celta tiene la duda de Augusto Fernández, que arrastra una probable rotura tendinosa en el dedo índice de su mano derecha desde el choque del miércoles.
En el Eibar, que solo ha perdido un partido, de cinco disputados, Mendilibar le volverá a dar el mando del ataque a Borja Bastón. El delantero viene de anotar dos goles en el Ciudad de Valencia y querrá prolongar su racha en Ipurua, donde todavía no ha marcado.
En caso de puntuar, el conjunto armero mejoraría el arranque de temporada firmado en la 2014/2015. El Celta, por su parte, aspira a lograr su tercer triunfo consecutivo lejos de Balaídos para así seguir viendo su nombre en la parte alta de la clasificación.
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