James y Bale lideran la goleada blanca.
El Real Madrid venció con contundencia al Real Betis (5-0). Los blancos cimentaron su victoria con dos dobletes, uno de James Rodríguez, uno de ellos de chilena, y el otro de Garteh Bale. Karim Benzema, que volvía al once, fue el otro anotador blanco en un partido perfecto del conjunto madridista, desde el meta Keylor Navas, que atajó un penalti, hasta Mateo Kovacic que comenzó a ganar confianza en los últimos minutos de encuentro.
Rafa Benítez no quería sospechas en su estadio y ponía toda la carne en el asador desde inicio con sus jugadores más determinantes sobre el césped del Santiago Bernabéu. Eso hacía que Isco Alarcón tuviese que ceder su puesto en el once en lugar de James Rodríguez y el colombiano tardó solo dos minutos en justificar su titularidad. Un centro lejano de talentoso centrocampista lo convertía en gol Gareth Bale llegando desde segunda línea y rematando de cabeza para sorpresa de la zaga bética.
El inicio del Real Madrid iba a ser fulgurante con un James desbocado y en los primeros 15 minutos se contabilizaron hasta tres ocasiones claras de gol. La primera de Benzema, al que dejaba solo el colombiano con un pase a la espalda de la defensa y que el francés acababa chutando al muñeco. El Muñeco, el exmadridista Adán, despejó la segunda con dificultades tras un potentísimo disparo de Cristiano Ronaldo. La última de ese chispeante inicio blanco la iba a tener Danilo desde lejos que se marchaba desviado por poco.
De ahí a diez minutos antes del descanso llegaron los mejores momentos del Real Betis, todos ellos buscando crear buscando las bandas con un Cejudo y Vargas muy activos. Pese a los intentos, apenas inquietaron y los locales volvieron a dominar y a volver a crear peligro de la mano de Marcelo y James Rodríguez. La única clara ocasión bética en el primer tiempo fue una gran triangulación en el interior del área entre Molinero, Vargas y Rubén Castro que evitó un Keylor Navas muy felino, que ya vencido consiguió sacarle el balón de los pies al delantero verdiblanco.
Minutos antes James Rodríguez había dejado de nuevo su firma con un tanto sensacional. Una falta pitada con retraso por el colegiado Hernández Hernández al lateral bético Molinero en el lateral del área pasaba de convertirse en bronca de los jugadores del Betis al trencilla a celebración blanca cuando el colombiano con un latigazo tenso y colocado al segundo palo lograba anotar el 2-0. El balón golpeaba con fuerza el poste antes de entrar para darle mayor belleza estética a una de las joyas de James, aunque la mejor aún estaría por llegar.
El segundo tiempo iba a acabar con cualquier opción bética de hacerse con el partido en apenas dos minutos. Otro golpe muy parecido al dado por los blancos en el primer tiempo: James y Danilo juguetearon en el borde del área, el colombiano abrió a banda derecha para que Bale centrara con su pierna menos buena y Benzema lanzándose en plancha anotaba el 3-0.
El gol no era suficiente para los blancos y tras un buen ataque el Real Betis despejaba con demasiada inocencia el balón en su área y James Rodríguez hacía la obra de arte de la jornada. El colombiano, muy vivo, cazó un rechace en el área pequeña y se fabricaba una chilena en apenas un segundo que sorprendía a todos, a los béticos y a sus propios compañeros.
Pepe Mel sentó a Dani Ceballos, que dejó muy pocas muestras de su calidad en el Bernabéu, y dio paso a Digard para detener la sangría. Lo consiguió e incluso el Betis pudo anotar su tanto del honor cuando Varane derrumbaba en el área a Jorge Molina y el colegiado señalaba penalti. Sin embargo, no era el día de los verdiblancos y Rubén Castro a pesar de lanzar bien el penalti, Keylor Navas, que quería demostrar por qué es el titular en lugar de Kiko Casilla en este Real Madrid, detuvo el lanzamiento con agilidad y seguridad al no dar opción de rechace.
En los últimos minutos el Real Madrid cerró el grifo de ocasiones para los béticos y primero avisó con una chilena de Sergio Ramos, que quiso emular a su compañero James Rodríguez pero su disparo acabó chocando contra el poste, y luego firmó la manita con un último golazo para delirio de la afición. En esta ocasión, Gareth Bale, que había estado bastante apagado en el segundo tiempo, soltó un zambombazo desde 30 metros para que topó con el poste y entró sin que Adán no pudiese hacer más con su estirada. El conjunto blanco no perdonó en esta ocasión y de la mano de un James Rodríguez impresionante y un Bale determinante sumó su primera victoria de la temporada.
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