Empate a todo en el Power8 de Cornellà-El Prat entre dos equipos que llegaban en depresión y que no van a salir de ella en un partido en el que no mostraron visos de mejoría. Ambos cayeron en los mismos problemas que les están condenando en estas últimas jornadas. El Espanyol no mejoró en la creación de fútbol y le costó un mundo crear ocasiones de gol y eso que probó a todos sus hombres de ataque pero sólo la clase de Sergio García y la hiperactividad de Stuani les dio algo de aire. El Villarreal, por su parte, se volvió a mostrarse muy débil en las dos áreas donde no sentenció el choque cuando tuvo ocasión para ello y le volvieron a empatar en tiempo de descuento, mostrándose incapaz de mantener su portería a cero.
El mal momento de ambos quedó demostrado en los primeros 25 minutos de juego con un partido muy trabado y de escasa calidad. Ambos tenían mucho miedo a una nueva derrota y apenas inquietaron la portería rival. Llegados a este punto el Villarreal, por fin, enganchó una buena combinación en la que Cheryshev dejó a Mario sólo ante Casilla; el lateral amarillo no perdonó y adelantaba el Villarreal. El conjunto de Marcelino cogió algo de confianza, la misma que le minoró al Espanyol y, en cinco minutos de locura, pudo casi sentenciar el encuentro. Mario estuvo a punto de hacer un doblete con un disparo desde la frontal que desvió con apuros Kiko Casilla. Acto seguido Vietto se quedó sólo ante el portero perico al borde del área pequeña pero el portero internacional volvió a desbaratar la ocasión. Pasados estos minutos de subidón el partido volvió a la monotonía inicial.
El Espanyol en toda la primera parte no tiró a puerta y su primer disparo llegó nada más arrancar la segunda mitad por medio de Colotto. En el descando Sergio González movió el banquillo dando entrada a Abraham por Víctor Álvarez y cambiando el esquema del 4-4-2 inicial al 4-3-3 con Sergio García tirado a la banda izquierda. No varió mucho el partido por ello, con el Espanyol incapaz de generar peligro mientras que el Villarreal estaba cómodo y pudo volver a sentenciar con una ocasión de Uche donde el nigeriano perdonó un mano a mano con Casilla y diez minutos más tarde, ya con Gio en el campo, tuvo la más clara del encuentro tras un jugadón del mexicano que dejó un balón franco a Vietto, pero el remate del argentino lo sacó bajo palos Fuentes. Ahí acabó todo el peligro del Villarreal.
A partir de ahí, el Espanyol con más corazón que fútbol empujó al Villarreal con la entrada de Stuani por un inoperante Caicedo. El delantero urugayo agitó el ataque blanquiazul y reclamó dos penaltis, aunque no parece fuera ninguno, sin embargo eso encendió a la grada que hasta entonces estaba un poco de uñas con el equipo. Al Villarreal le vinieron a la mente fantasmas recientes y volvió a penar su inseguridad defensiva al borde del descuento. Sergio García puso un balón al corazón del área que nadie fue capaz de despejar y en el segundo palo apareció Colotto para llevar el delirio a la grada. Como en Sevilla, el Submarino Amarilla veía como perdía su botín en los minutos finales. El Espanyol, al final, se fue con una alegría a casa. El parón de selecciones les vendrá bien a ambos para rearmarse y corregir errores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario