El partido se planteaba desde el comienzo como una auténtica guerra en el centro del campo por hacerse con la posesión del balón para evitar que la selección rival llegase con facilidad a la portería e intentase hacer daño. Capello, el seleccionador de Rusia, volvió a sorprender por segunda vez en este Mundial con su alineación, haciendo en esta ocasión que entrase en el lateral izquierdo Kozlov, suplente en el primer partido, y dejando en el banquillo, por segundo partido consecutivo, a su mediocentro de más calidad, Alan Dzagoev, que volvía a comenzar el partido en el banquillo después de las discusiones que sufrió con Fabio Capello durante la estancia de la selección rusa en Brasil antes de comenzar el Mundial.
Por su parte, Wilmots varió el equipo titular de Bélgica metiendo tres cambios con respecto al primer partido ante Argelia. Concretamente dio entrada en la titularidad a los tres jugadores que entraron a solucionar el partido ante Argelia. Los tres cambios estuvieron centrados principalmente en el medio del campo, donde Bélgica no dominó en su primer partido. Entraron en el equipo titular Mertens, Fellaini y Witsel, y comenzaron el partido desde el banquillo Chadli, Dembele y Origi, quienes no hicieron un buen partido ante Argelia y esa actuación la vieron representada ante Rusia.
El único gol del partido llegó en el minuto 92 tras una excelente contra por parte de la selección belga, una contra liderada por su estrella Eden Hazard. La contra llegó tras un fallo en ataque de Rusia que propició que Fellaini comenzase a esprintar. Poco después asistió a Origi, que entró durante la segunda parte sustituyendo en el terreno de juego a Lukaku, que salió cabreado tras otro horroroso partido. Origi aprovechó un error defensivo de Rusia para dar el balón a Hazard. Y ahí comenzaba la magia. El balón ya estaba en los pies de Eden Hazard el show no había hecho nada más que comenzar. Conforme el delantero belga recibió el balón, tres jugadores rusos se le echaron encima. Pero nada, ninguno fue capaz de evitar la carrera de la estrella belga, que se metía dentro del área sin ninguna oposición. Ya dentro del área, asistió a Origi para que hiciese el único gol en el partido, en el minuto 92.
Con esta victoria, Bélgica sellaba su pase a octavos de manera oficial al finalizar la segunda jornada con seis puntos de seis posibles, dos victorias en dos partidos, ambas victorias de manera más sufrida de lo esperado. Por su parte, Rusia veía como sus opciones de continuar en el Mundial se iban apagando poco a poco y se tenía que jugar el pase a octavos contra Argelia, donde sólo les vale ganar. En ese partido se presume que Fabio Capello dará entrada a Dzagoev y Denisov con la esperanza de mantener la intensidad en el centro del campo y confiado que en ataque, la gran esperanza rusa llamada Kokorin, consigue estrenarse por fin en el Mundial.
Dani Martínez.
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