viernes, 19 de agosto de 2016

OPINIÓN| Casillas en el punto de mira

En los últimos años, el guardameta Iker Casillas ha sufrido crítica constante por parte de los medios. Esta crítica que caía desde la prensa lo llevó a marcharse del Real Madrid por la puerta de atrás. 

Iker Casillas sacándole un pie a Robben que valdría para evitar que Holanda ganase a España en la final del Mundial de 2010.

Una vez Iker estaba lejos de la capital, parecía que todo iba a acabarse, pero no, los medios hispanos continuaron cebándose con el exmadridista saltando a la mínima con cada error que protagonizaba, y para empeorar la situación, la cantidad de haters que el portero tiene solo hace que incrementar los roces.

Ahora bien, en estos recientes días, tuvo lugar un denigrante espectáculo que acabo por hacerme explotar. Lo protagonizaron el propio Casillas y el programa de Atresmedia, "El Chiringuito de los jugones". Personalmente, lo llamo "El Circo de los bufones", pero eso es otro asunto. Resulta que Iker no tuvo una buena (aunque tampoco mala) actuación frente a la Roma en la previa de la Champions. ¿Y bien? Apareció el programa encabezado por Pedrerol para sacar leña del rendimiento del guardameta. 

¿Y qué pasó entre Casillas y "El Chiringuito"?

Ante tal crítica, el guardameta acabó por reventar y responder al programa pidiendo que dejaran de perseguirlo, con toda la razón del mundo. ¿La respuesta del programa? No solo seguir sacando provecho de Iker, sino además burlarse de él creando la etiqueta ¨#ChiringuitoCasillas", hecho ante el que el guardameta volvió a protestar, esta vez con un ligero toque de humor, tal vez para intentar calmar la situación, aunque el daño ya estaba hecho.

Casillas en un partido de Champions con el Real Madrid.

Ahora pregunto: ¿Donde estaría la estrella de España si no es por Casillas? ¿Como estaría el palmarés del Madrid en las últimas dos décadas sin Iker? Supongo que adivinará, querido lector, a que me refiero. No entiendo que manía tiene este país de olvidar a las leyendas que nos lo han dado todo. Por otro lado, cuando se le silbaba en el Bernabeu... ¿Acaso llegó el Camp Nou a pitar a Valdés cuando este quería irse? ¿O a Puyol? ¿A Xavi? No quiero que se me malinterprete, sé que estos madridistas que silbaban al mejor portero de su historia no conformaban un porcentaje importante de la afición, pero aún así es vergonzoso.

Pero es que lo de la prensa es aún peor. Durante años han estado vendiendo portadas con Casillas levantando copas. Lo han puesto por los cielos, se han puesto a sus pies. Pero ahora ya no, ahora solo es un saco de boxeo para los redactores. ¿Y cual es el motivo? Fácil, el morbo y el dinero. En su momento se halagaba a Casillas, primero por ser el más grande, y segundo porque era lo que vendía, y ahora, se le ataca porque es lo que vende, meterse con una pobre leyenda que tuvo que dejar atrás aquello que más amaba junto a su familia, el Real Madrid.

¿Y todo esto por qué?

Por más que lo intento, no encuentro justificación alguna en acosar a alguna persona de tal modo. Ni aunque tuvieran razón. En todo caso, permitiría que se criticase a Casillas si se tratase de la misma manera a todos los profesionales. Pero mientras Iker hace de mártir y paga los platos que no rompió, otros se van de rositas con el bolsillo lleno de billetes mientras que unos terceros que nada tienen que ver se benefician a base de meter cizaña. Como comprenden, estos terceros son los periodistas de nuestro país, unos simples liantes que no merecen atención alguna.

Casillas llorando en su despedida como madridista.

Así pues, y ya para finalizar, únicamente quiero concienciar de que no somos conscientes de lo afortunados que hemos sido al vivir en tiempos de CasillasIker es toda una leyenda del fútbol, un ejemplo a seguir como deportista y como persona. Y lo mismo va para gente como Rafa Nadal, como Fernando Alonso y como Dani Pedrosa. Ellos son otros deportistas cuyo rendimiento ha bajado, pero que nos han dado tanto que nadie debería criticarles por no sacar resultados cuando día a día lo dan todo.

Redactado por Gerard Escribano (@gerarddealberic)

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