Una ciudad engalanada para disfrutar del espectáculo de la raqueta femenina entre la número 1 mundial, Serena Williams, y la cuarta del mundo, Angelique Kerber, para alzarse con un título más en sus vitrinas. La gran final de Wimbledon comenzaba muy bien para la número 1 mundial, ganando sus dos primeros saques sin muchos problemas, muy segura, y además le añadió presión a Kerber cuando la estadounidense consiguió hasta tres puntos de break, pero no pudo romperle el saque a la alemana. Kerber ganó de nuevo el saque para ponerse 2-2, aunque con varias dudas de nuevo ante la buena derecha que demostraba Williams. Ninguna de las dos daba su brazo a torcer y Kerber conseguía el empate a 3 en un último punto que golpeó en la red y cayó en el lado de Serena.
Empezaba a sufrir Serena para poner el 4-3 a su favor, ya que Kerber la hacía correr por la pista y forzaba el deuce en el marcador. Pero por algo es la número 1 Serena, que consiguió con bolas cortas y cruzadas, que llegara el fallo de la germana y el marcador siguiera sin breaks y con ventaja para la americana. Con el 4-4 llegaba el turno de saque para Serena, en el cual sufría un pequeño susto en una caída que quedó en nada y en otro deuce aunque sin ningún punto de break para Kerber, que debía de dar algo diferente en su saque para igualar a 5. La futura número 2 del mundo no le comía la presión y conseguía igualar a 5 para ir a un posible tie break que nunca iba a llegar. Con el 6-5 a favor de Serena y saque para Kerber, la alemana le iban a poder los nervios y, tras dos puntos de set para la número 1, Serena iba a hacer correr a Keber y gracias a los errores de la alemana y las garantías de Serena, iba a dar el único break del primer set para llevárselo por 7-5 y ponerse con mucha ventaja por delante.
Comenzaba el segundo set sacando Serena pero sin apenas peligro, ganando muy bien todos los puntos en la red y con dos aces cada juego prácticamente. Se ponía 1-0, Kerber conseguía sufrir de nuevo en su saque, y en el segundo de Serena le iba a complicar las cosas, pero Serena entre los aces y los puntos en la red, ponía el 2-1 y daba esa bomba de presión a la, por ahora, número 2 del mundo. Empezaban las dudas en ambos saques, con Kerber sin conseguir cerrar del todo los juegos, dando opciones a Serena, y con la propia americana muy dubitativa con su saque y dando opciones a la europea, que conseguía levantar al público de sus asientos (aunque también lo hacía Williams). Con 3-2 a favor de Serena y 30-30, ese punto era decisivo y con bolas a la línea y muy abiertas, Kerber conseguía ponerse 40-30 y, posteriormente, poner el 3-3 en el segundo set, llegando el momento decisivo.
Serena quería el 4-3 pero Kerber iba a disponer de la primera bola de break del partido que le podía hacer soñar, si no llega a ser porque, gracias a dos aces de la americana y un error de la alemana, Serena iba a cerrar su juego más sufrido y volvía a darle la presión a Angelique Kerber. La alemana iba a sacar para el 4-4 y no dejar en bandeja el partido a Serena, y con un punto en la red y otro gran punto se iba a poner con 40-15; pero Serena es mucho Serena, consiguió igualar el deuce, tuvo una bola de break y gracias a un error no forzado de Kerber, se iba a colocar con 5-3 Serena y sacando para ganar Wimbledon. Ese saque iba a entrar en la historia, ya que fue en blanco y Serena consiguió el 6-3 para proclamarse campeona en Wimbledon, continuando como número 1 del mundo.
Parece que Serena no tiene fin y sigue ganando títulos, consiguiendo su 7º Wimbledon e igualando a Steffi Graf en títulos de Grand Slam, sin que nadie la eche el freno, mientras que la alemana Kerber, a pesar de su derrota, asciende dos puestos y se coloca como segunda jugadora del mundo, adelantando a la española Garbiñe Muguruza. Estados Unidos sigue mandando en el tenis femenino y mañana se verá si el escocés Andy Murray sigue la estela de Williams, o Milos Raonic dará la sorpresa en su primera final de Grand Slam.
Redactado por Álvaro Rodríguez (@alvaritorod96)
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