El partido que tenía lugar en Lyon era ni más ni menos que el duelo con más morbo de la Euro. Las dos estrellas madridistas se medían en un cuerpo a cuerpo. Gareth Bale estuvo muy activo y se desfondó. Cristiano estuvo algo desaparecido pero apareció en el momento clave y fue vital para conseguir el pase a la gran final.
El partido comenzó con un gran respeto por parte de ambos equipos, lo que hizo que gran parte del primer tiempo fuese un choque táctico y marcado por el miedo a cometer errores. Gareth Bale tiraba de Gales que acusó mucho la baja a Aaron Ramsey. El Príncipe de Gales, sacó algún disparo lejano peligroso, pero que no acabó entrando.
Cierto es que durante la primera parte, ninguna de las dos selecciones tuvo el control absoluto de la situación, pero Gales destacó más y fue algo mejor. Hecho que no les sirvió de nada a los británicos.
Poco después del batacazo que había protagonizado Cristiano, volvieron a llevarse otro duro golpe los galeses del que ya no se levantarían. Ronaldo soltó un latigazo desde la frontal muy desviado que con mucha suerte acabó siendo un pase de la muerte para Nani que hacía el segundo. Gales fue vista por última vez en la primera parte.
Bale intentó anotar de todas las maneras que se le ocurrían. El seleccionador de Gales, Chris Colemann, decidió que después de la Eurocopa que se han marcado, no iban a morir de rodillas y sacó a todos sus delanteros. Gales intentó buscarlos con centros, faltas laterales, pero no hubo forma de conectar.
Redactado por Marco Antonio Osado. Twitter: @Marco25112
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