A las 20:45 hora española empezaba uno de los compromisos más importantes de lo que queda de temporada. Merengues y 'Citizens' se daban cita en el histórico Santiago Bernabéu para contemplar uno de los mayores espectáculos del mundo, un partido de fútbol entre dos de los mejores equipos de la actualidad. En torno a 10.000 hinchas ingleses habían aterrizado en la capital española para apoyar al conjunto británico. Los aficionados blancos, organizaban, mientras tanto, una quedada excepcional para darle todo su calor y alentar a los suyos. Os dejo por aquí una foto de la que montaron.
Con todo el pescado por vender, comenzó el partido. Desde el principio el conjunto de 'Zizou' dejó claro que ellos querían ser los que controlasen el encuentro para dar menos oportunidades al rival de hacer daño, y así lo llevaron a cabo. Un Madrid que hizo de la posesión y de la calma sus mejores armas con Kroos haciendo de Casemiro en la contención del medio campo. El City se conjuró a la táctica de agazaparse atrás esperando que sus mediocentros recuperasen rápido para salir a la contra con De Bruyne y Agüero como principales bazas ofensivas y Yaya Touré para cazar cualquier balón en la frontal. No le salió bien.
El Madrid dominaba y creaba peligro. Se sentía a gusto con la bola y con el partido que le proponían los ingleses. Eso sí, el Madrid jugaba bien, pero a medio gas. Y más aún con la lesión de Vicent Kompany que obligó a Pelegrini a sacar a Mangala como su primera sustitución.
El Madrid consiguió hacer el primero por medio de Gareth Bale, aunque con ayuda. Sí señores, de nuevo él. Salvó el partido de Anoeta, el del Rayo y este también. Está que se sale, y que vengan ahora los que decían que no valían 100 'kilos'. Fue el del '15' a la espalda, fue el pequeño cohete barbudo, Dani Carvajal, quien filtró un pase al espacio para el 'Príncipe de Gales'. Este, que quiso centrar, se encontró con la colaboración de Fernando que rozó la pelota para que el cuero entrase por toda la escuadra. Imposible para Joe Hart.
El Madrid después del gol siguió a lo suyo, pero tuvo un momento de relajación que estuvo a punto de pasarle factura. Fernandinho soltó un latigazo que se estrelló contra la parte exterior del poste y la pelota se fue a saque de puerta. Y sí, a los madridistas se nos puso el corazón en la boca en ese momento. Pero gracias a Dios, no fue. Y nos fuimos al descanso con el eco de ese poste resonando en el estadio.
Yaya Touré estaba espeso, lento y muy parado. Ni sombra de su mejor nivel. Y acabó siendo sustituido por Sterling con la idea de dar velocidad y verticalidad al juego citizen. La intensidad defensiva madridista hizo desaparecer a Agüero. El Madrid seguía intentándolo y fue, de nuevo el galés, quien tuvo el segundo. Córner a favor, giro de cabeza propio de un genio y la bola contra el larguero para dar emoción al choque.
Salió Lucas Vázquez con muchas ganas y se mostró en una carrera que se dio en modo avión de combate. Aunque todo en exceso es malo, y con tantas ganas entró, que estuvo a punto de cargarse al recién ingresado Sterling con una entrada a ras de suelo. También salió James, que tuvo también el segundo tanto, pero en el momento de golpear a placer, porque estaba completamente solo, se resbaló y se perdió la oportunidad. No está teniendo su mejor temporada el cafetero.
Hemos hablado de casi todos los jugadores, pero aún no os he comentado nada sobre Cristiano Ronaldo. El bicho, intentó hacer su gol, pero no lo consiguió. Estaba con ganas, y muy participativo, pero nada, se quedo en blanco. Tanto ahínco ponía que en una jugada, ya anulada por fuera de juego, se marcó un mate que simuló al gran Jordan en sus mejores años.
Aunque el City no mostró juego suficiente para ganar el encuentro, Agüero estuvo a punto de hacer la gracia de la noche con un disparo en el minuto 89, que se fue por poco por encima de la portería de Keylor. Y queridos lectores, se fue por muy poco. Sustito final para irse a Milán. Finalmente, el Madrid ya compra los billetes a San Siro, donde se encontrará con un Atlético que aún se sigue acordando de Lisboa. Ganas de revancha, o de segundas oportunidades, como dice Simeone.
Redactado por Marco Antonio Osado Barcones (@Marco25112)
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