Fue cosa de tres, siendo los goleadores, además, los principales artífices del colchón que separa al conjunto londinense del descenso -ya son seis puntos de diferencia con el antepenúltimo-. Camina con paso firme el Chelsea ahora y, poco a poco, recupera los aires de prestigio, será producto de constancia seguir en la línea.
A pesar de la victoria, el duelo no estuvo ostento de riesgos, el primero de ellos fue tempranero. Hazard se veía obligado a abandonar el césped, cuando en el 16' se quejaba de una dolencia en el aductor, y Pedro tomó el relevo. El belga pertenece al bando de los más acusados por la fiebre del pozo sin fondo. Sin embargo, el canario se desenvolvió con desparpajo y colaboró en lo que estuvo en su mano para hacer del partido un paseo dominguero.
Ya entrada la primera mitad, en el 29', Costa recibió un pase largo y encaró hasta buscarle el servicio a Oscar, que no hizo más mérito que el de matar la jugada y poner el balón a las mallas, en plena soledad. Prosiguió el mandato 'blue' pero, con menor relevancia, puso rumbo al descanso.
Tras el ecuador los tornos no cambiaron para los locales, a los que les tocó más bien sufrir y tragarse la inspiración de un Chelsea absoluto. William puso el segundo con un zapatazo desde la derecha de la frontal y clavó el esférico en la escuadra, de que manera iba a ser sino. El Crystal no daba alardes de picardía y el Chelsea rascó la oportunidad para sentenciar, y acertó, William enfiló dirigido a la meta y cedió al hispano-brasileño, para acabar con las esperanzas de vida de un cazador silencioso, a pesar de todo manteniéndose séptimo. Y en lado visitante el montañero que comienza a escalar tras despeñarse, el hierro oxidado se fue con Mou, Guus Hiddink pone a los suyos a nueve de Europa y trece de Champions.
Redactado por Alberto García (@Albertitogmlc)
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