Reverencia al 'coraje y corazón', no toca fondo este Atlético del Cholo, equipo de ensueño que se dio un baño balsámico para alzarse con el triunfo en la capital lusa. Se bastó de fuerza propia el conjunto rojiblanco y con orgullo de campeón se marcha a Madrid, tras recibir los honores en el estadio lisboeta.
El Benfica fue de más a menos, comenzó muy confiado y poco a poco fueron ganando terreno los madrileños. Tocó con egoísmo el cuadro de Rui Vitória, ansias de suavizar un duelo que para nada sería suave. Una batalla de corazones, que se midió en despertares y tensiones. En el 18 ya comenzaba a dar las primeras campanadas el Atlético, Godín hizo aparición, como no, de cabeza. Se la encontró frente a la meta pero no subiría al marcador, consecuencia de andar en posición ilegal.
La posesión se jugó en lado local, marcó el tempo el Benfica, pero en voluntad se impondría un poderoso Atleti. Y entonces vino el premio, Saúl se encargó de poner la medallita, colocando a las mallas un balón en pleno corazón del área. El canterano habla sobre el césped, sin miedo, dice 'no' al mercado invernal, sustituto de lujo para Tiago. Lo que restaba al primer tiempo quedaba para debate, minutos de reparto y a vestuarios.
Al descanso le siguieron los mejores minutos de un Atlético volcado en un aluvión ofensivo, los lusos se quedaron sin aliento y los de Simeone funcionaban con un engranaje perfecto. En una de estas apareció Carrasco por el carril izquierdo, dando indicios de depredador hambriento; detectó a Vietto en una posición suculenta y le cedió el esférico para que este finiquitara la faena, anticipándose a cualquier opción que pudiera tener el veterano Julio César. Así el conjunto madrileño impuso tranquilidad en los corazones de un público enfurecido.
Al descanso le siguieron los mejores minutos de un Atlético volcado en un aluvión ofensivo, los lusos se quedaron sin aliento y los de Simeone funcionaban con un engranaje perfecto. En una de estas apareció Carrasco por el carril izquierdo, dando indicios de depredador hambriento; detectó a Vietto en una posición suculenta y le cedió el esférico para que este finiquitara la faena, anticipándose a cualquier opción que pudiera tener el veterano Julio César. Así el conjunto madrileño impuso tranquilidad en los corazones de un público enfurecido.
Sufridor, en las buenas y en las malas
Tras el apogeo colchonero llegó el despertar portugués, no estaban dispuestos a ceder su fortuna y en el 75' Raúl Jiménez, ex-átlético reivindicado, asistió a Mitroglou que se dio la vuelta y, de cara a la puerta, colocó el balón al palo izquierdo de Oblak. Fueron los compases finales los más complicados para este Atleti; mexicano y griego lideraron la ofensiva junto a un joven Renato Sanches, que cuando enfilaba el cuero asustaba a su rival. Pero en vano fue el intento local y el Atlético se proclamó líder absoluto del grupo C.
Redactado por Alberto García (@Albertitogmlc)
Tras el apogeo colchonero llegó el despertar portugués, no estaban dispuestos a ceder su fortuna y en el 75' Raúl Jiménez, ex-átlético reivindicado, asistió a Mitroglou que se dio la vuelta y, de cara a la puerta, colocó el balón al palo izquierdo de Oblak. Fueron los compases finales los más complicados para este Atleti; mexicano y griego lideraron la ofensiva junto a un joven Renato Sanches, que cuando enfilaba el cuero asustaba a su rival. Pero en vano fue el intento local y el Atlético se proclamó líder absoluto del grupo C.
Redactado por Alberto García (@Albertitogmlc)
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