sábado, 14 de junio de 2014

Y 6 años después, se acabó. Fin de ciclo

La Selección Española de Fútbol, dirigida por el siempre complaciente Vicente Del Bosque, y capitaneada por el madridista Iker Casillas, perdió anoche de manera catastrófica y humillante ante la selección holandesa de Louis Van Gaal por un total de 1-5. El pésimo resultado y el más que lamentable juego del equipo, tan solo da a entender que es cierto aquello que dicen, todo llega a su fin.



Es posiblemente el fin de una selección que ha marcado un ciclo, 6 años en los que se ha ganado casi todo lo que se podía ganar, con excelentes resultados y un juego brillante que hacía disfrutar al mundo entero.

Un ciclo iniciado en Austria en la Eurocopa de Austria y Suiza de 2008, en la que España ante todo pronóstico, y con un planteamiento de fútbol novedoso y vistoso, enamoró a Europa y acabó levantando la Copa ante Alemania. Dos años después repetiría la hazaña, por primera vez, en un Mundial, enamorando esta vez al mundo entero. Y para cerrar el círculo, volvió a vencer en la Eurocopa 2012 logrando hacer el triplete consecutivo que nadie nunca había logrado.


Un círculo casi perfecto, que tan solo tuvo algunos descalabros aislados, como derrotas, aunque contundentes, inservibles, como ante Portugal o Argentina, o la eliminación ante EEUU en la Copa Confederaciones 2009 en semifinales, que acabó venciendo Brasil.

Sin embargo, el círculo sufrió un más que doloroso daño el año pasado, cuando España, sin un juego tan brillante ni convincente, había logrado colarse en la final ante la selección anfitriona, una selección brasileña que venció por 3-0 la final gracias a los goles de Fred y Neymar. Y tan solo, un partido en torneo inicial después, el primer partido del Mundial 2014, se puede certificar, el círculo se ha roto, y el ciclo ha llegado a su fin.

La vida paralela de la Selección Española de Fútbol ha sido innegable. A partir de 2008/2009, se creó una asociación, con las ideas de dos maestros, Josep Guardiola y Luis Aragonés, que transmitida a jugadores comunes, en un principio, Xavi, Iniesta, Puyol, Villa, Cesc, y más tarde, Busquets, Pedro, Piqué, Valdés y compañía, hicieron que no fuese casualidad que los éxitos de uno, fuese también del otro.



Con Vicente Del Bosque a partir de 2009, no cambió la filosofía, y más que añadir más apartados a la idea, dejó que sus jugadores, sus entrenadores sobre el césped, Sergio Busquets y Xavi Hernández, jugasen como bien sabían.

Pero tarde o temprano, el ciclo del FCB llegó a su final, certificado en una mala temporada con Gerardo el ‘’Tata’’ Martino al mando, en el que el equipo no ganó más título que la Supercopa de España ante el Atlético. Un final de ciclo que tan solo anima a crear otro, a partir de unas alternativas, y una renovación en dirección y plantilla que este verano el alto mando culé está llevando a cabo. Sin embargo, no fue el caso de la selección española.

El selección española no pensó en el cambio, y confió de nuevo en los mismos jugadores que antes habían sido campeones, con la misma filosofía que todos ya conocían y muchos equipos habían aprendido a parar y derrocar, clubs en el caso del Barcelona, selecciones en el de España.

En este bochornoso partido del que comenzamos hablando, Del Bosque hizo saltar al terreno de juego una selección veterana que ya todos conocían, con las únicas novedades respecto al último mundial de Jordi Alba, Azpilicueta y Diego Costa. Y con una serie de jugadores, en horas bajas, que precipitaron la catástrofe, los cinco goles de la selección holandesa.

La excesiva confianza de tanto equipo como afición, aumentada desde los medios diariamente, y la falta de motivación de los jugadores, ya que la mayoría han ganado ya en su carrera todo lo que podían ganar, dejó muchas conclusiones, tal vez, demasiado tarde.

La pareja defensiva Piqué-Ramos no funcionó, fue una autovía para los delanteros holandeses, que no encontraban obstáculos que los pararan. Un Piqué desorientado, que devolvía los balones cada vez que los recuperaba, y un Ramos mermado por sus últimos buenos partidos de la temporada en el Real Madrid, que se olvidó que estaba jugando un importante partido de Mundial. Con ellos, arrastraron a unos laterales luchadores, pero que sufrieron cayendo por el hueco de una defensa derribada.


El centro del campo de las alegrías no volvió a sonreír, certificando con ello el fin antes de lo previsto de Xavi Hernández y Xabi Alonso. Andrés Iniesta no encontró apoyos para crear juego y manifestar sus infinitas ideas, y Busquets se vio abrumado por un trabajo defensivo que, sin Xabi, Piqué y Ramos atentos, tuvo que sufrir solo.

Una ofensiva perdida, con un Diego Costa asustado por el zumbido de la grada holandesa y sobre todo brasileña del estadio cada vez que tocaba la pelota, y que no hizo más que caer en el área para provocar un penalti, dudoso, que fue el único gol de España. Pero los recambios del banquillo no invitaron al optimismo, la pareja Torres-Villa era la alternativa de delanteros centro, la misma pareja que logró levantar la Eurocopa 2008 con sus goles 6 años antes, ejemplo más de que Del Bosque, no confiaba en absoluto en el cambio.


Y una portería vacía, que fue la entrada a la fiesta de los holandeses, un arco que cubría a un capitán, que esa vez, fue el peor de todos. Iker Casillas certificó su peor partido desde aquel 5-0 que encajó ante el Barça de Guardiola hace 4 temporadas. Cinco goles recibió aquella vez, otros cinco esta, pero estos cinco, no eran ni más ni menos que en un Mundial.

Casillas estuvo menos acertado que nunca. Solo pudo ver como Van Persie volaba para empatar con el 1-1, y también quedó petrificado cuando Robben hizo el 1-2 y lograba la remontada, a partir de ahí, el capitán murió por si solo, haciendo creer las ideas de que, no solo no es el mejor portero del mundo, sino que, ni siquiera es el de España, con 3 fallos lamentables, infantiles, ridículos y penosos que propiciaron los tres posteriores goles de una fiesta naranja.

En un país donde las nuevas generaciones no dejan de seguir el camino de los grandes, con triunfos de las selecciones inferiores en diversos campeonatos, con jóvenes jugando y formando parte clave de equipos campeones, y las alternativas más que en ningún otro sitio son enormes, el seleccionador no creyó útil la renovación, ahora oficialmente, más que necesaria.

Una derrota que deja en muy mal lugar a España, que más por sensaciones que por resultados, parece difícil que logre clasificarse y continúe su camino en este Mundial, y que invita a pensar que tal vez, la mejor opción sea ya comenzar a pensar en la próxima cita con la Eurocopa 2016. No obstante, tan solo se ha jugado un partido, y una selección campeona de todo, puede permitirse más que ninguna otra que sus aficionados depositen en ella su confianza. Pero nunca hay que olvidar: se puede soñar, pero siempre con los pies en el suelo.

Carlos Barba. @cBarba11

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