El Real Madrid consigue la Décima. Los goles de Bale, Marcelo y Cristiano en la prórroga tumban al Atlético, que estuvo a dos minutos de ser campeón de Europa.
Habían pasado 40 años desde Múnich, pero la historia volvió a ser igual de cruel con los colchoneros. El capricho del fútbol castigó el esfuerzo rojiblanco, infinito y eterno durante una temporada sobresaliente, pero el problema para los rojiblancos fue Sergio Ramos.
El alma del Real Madrid en esta temporada y quién ha brillado de manera incontestable saltó al cielo de Lisboa y la colocó al segundo palo en el último suspiro.
Los de Ancelotti estaban ya "muertos" pero el gol del de Camas, llevó el partido a la prórroga.
El Atleti, sin "gasolina", optó por perder tiempo, retrasar el balón en juego y dejar correr los minutos para celebrar la que hubiera sido primera 'Champions' de su historia.
Los cambios fueron vitales
Los cambios de Marcelo e Isco resultaron vitales para que el carácter merengue creciera. Algo se notó con la entrada del malagueño y la banda izquierda comenzó a tener dos puñales: el incasable Di María, asistente del gol de la remontada, y el propio Marcelo.Fue entonces, cuando el partido enloqueció y Bale, como ya hizo en Mestalla, que había fallado tres ocasiones clarísimas durante los 90 minutos, recogió un centro de Di María y marcó de cabeza a placer. Ahí se acabó la fiesta atlética y comenzó la merengue.
Marcelo, con el Atleti roto, logró el tercero con un disparo fortísimo y Cristiano, de penalti, estableció el definitivo 4-1, todos ellos en el tiempo de prórroga, con el Atleti desarmado, sin el espíritu que le ha definido "partido a partido", el mismo que le ha llevado hasta límites inimaginables.
Godín marcó el primero del partido y del Atleti
La final había comenzado bien para los rojiblancos, algo minimizados por las apariciones de Bale .Pero ahí demostró manejarse bien el Atleti abrazado en su área y arropado como una piña en el centro del campo.Favorecido por la escasa presencia de Sami Khedira, la elección de Ancelotti pese a la lesión que le ha impedido jugar desde noviembre.
Y se ensambló en el enorme fútbol de Gabi, el mejor con diferencia, además de por el esfuerzo sobrehumano de David Villa, incansable en la presión en su último intento por convencer a Del Bosque.
Así que con esas llegó el gol de Godín, el que estuvo presente hasta el minuto 94, y con el atajo que más le gusta al flamante campeón de Liga. Córner provocado por Varane, prolongación de Juanfran y remate del central uruguayo.
Godín no cabeceó excesivamente fuerte, pero un error garrafal en la salida de Casillas sirvió el tanto en bandeja.
Villa estuvo cerca de enganchar la sentencia, al comienzo de la segunda mitad, pero nada más lejos de la realidad porque los blancos, con toda la carne en el asador, manejaron el cuero y las ocasiones a partir de ese momento, abanderado por la presencia de Di María, inagotable incluso en el minuto 110.
Desde ahí, hasta la prórroga, no hubo más historia para el Atlético, mientras que el Real Madrid no tenía otra que lanzarse a por el partido. Ramos, sobre la bocina, forzó la prórroga. Bale, Marcelo y Cristiano abrocharon la 'Decima', la obsesión de los blancos durante los últimos 12 años, la misma que se enterró en Lisboa, y que alarga la historia del Real Madrid en Europa.
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