El encuentro empezó con una UD Las Palmas dejando bien claro cuales son sus intenciones y de qué manera quiere mantenerse en Primera División. Solidez defensiva, buen trato de balón y jugadas con sentido con muy poquitas pelotas rifadas. El Villarreal intentaba contrarrestar con las mismas armas pero apenas aparecían sus hombres clave y el partido era una lucha por tener el control y sin apenas ocasiones en las áreas. Hasta que en el minuto 25, Soldado pudo haber cambiado el rumbo del encuentro con una vaselina que se marchó rozando el palo.
Y lo que son las cosas, del posible 1-0 se pasó al 0-1 tras un gran remate de David García a la salida de un córner botado por Jonathan Vieira. El tanto hizo daño a los de Marcelino, que estuvieron algunos minutos al borde del KO, aunque tuvieron su oportunidad cuando Soldado no pudo aprovechar un error de Lemos.
En la reanudación los castellonenses salieron con mucho corazón, pero poco fútbol, en busca del empate, pero Las Palmas supo mantener la compostura, y sobre todo el resultado a favor. Baptistao, que entró en el descanso, agitó el partido interviniendo en cada jugada de ataque, pero aún así, el brasileño no lograba abrir la lata.
Bakambu tuvo la mejor ocasión para haber logrado el empate tras un remate solo en el primer palo que se marchó por encima del travesaño. Los minutos pasaban y los castellonenses comenzaban a impacientarse al igual que su afición. Denis tuvo la última con un bonito disparo, que un inédito Javi Varas sacó con una buena mano cambiada. No hubo tiempo para más, y Las Palmas logró dar la campanada en el infranqueable Madrigal. Los canarios confirmaron, con su tercera victoria en dos semanas, que el fútbol es un estado de ánimo y ellos están de dulce.
Bakambu tuvo la mejor ocasión para haber logrado el empate tras un remate solo en el primer palo que se marchó por encima del travesaño. Los minutos pasaban y los castellonenses comenzaban a impacientarse al igual que su afición. Denis tuvo la última con un bonito disparo, que un inédito Javi Varas sacó con una buena mano cambiada. No hubo tiempo para más, y Las Palmas logró dar la campanada en el infranqueable Madrigal. Los canarios confirmaron, con su tercera victoria en dos semanas, que el fútbol es un estado de ánimo y ellos están de dulce.
Redactado por: Felipe Navarro Twitter @Tosinax
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